Invitación a la Intercesión

 In Avisos

Queridísimos  Siervos de Cristo Vivo:

manos-oracion-omgn-11Con profunda tristeza y desconcierto hemos visto las terribles noticias de los acontecimientos en Francia, en Mali y muchos otros lugares, y hemos podido ver el temor que esto ha sembrado en todos los países del mundo, que luchan – en muchos casos destruyéndose unos a otros –  con el fin de  restablecer su seguridad.

Estos acontecimientos están trayendo un inmenso dolor al mundo, tanto  por las pérdidas humanas de maneras tan dramáticas, como por la separación y desintegración de las familias y pérdidas  materiales, entre otras.

Quizás nosotros estemos viendo todo esto de manera lejana, porque en muchos de nuestros países, como República Dominicana, todavía no hablamos de terrorismo, de bombardeos, ni del peligro de armas químicas y  bombas nucleares. Pudiéramos pensar  que lo que dijo el Santo Padre Francisco: “estamos viviendo una tercera guerra mundial fragmentada”  es algo muy lejano a nuestra vida cotidiana.

Dando una mirada a tantos hechos dolorosos que están ocurriendo  y los que están siendo planificados para contrarrestarlos, viendo el pánico y el terror que los mismos están causando en los millones y millones de personas que los están viviendo, pensamos que todos los Siervos de Cristo Vivo, Aspirantes y Candidatos de nuestra Comunidad estamos llamados a abrir de par en par las puertas de nuestro corazón y que de manera personal y también comunitaria levantemos nuestra voz interior para rogar a Dios por la paz y la fraternidad del mundo entero.

Que no se quede nadie sin implorar la Misericordia de Dios sobre tantas almas que están sufriendo y a la vez orar por aquellos que están causando tanto daño a la humanidad, porque no conocen a Aquel que los ama y que ha dado su vida por la salvación de cada uno de ellos.

En este momento de nuestra historia, como ciudadanos del mundo, la intercesión debe convertirse en algo sumamente importante en nuestras vidas. ¡Más bien diríamos que algo que es urgente, imprescindible! Como verdaderos servidores de Jesús,   estamos llamados a hacer lo que El hace en estos momentos desde Su Ascensión al Cielo:“interceder a la derecha del Padre”.

A través de las noticias nos damos cuenta de que el mundo está gimiendo de dolor,  pero también vemos que surge como una explosión interior, la necesidad de apoyar a todo ser humano  con la fuerza inmensa de la intercesión que es capaz de cambiar cualquier realidad, por dura y difícil que sea, así como transformarla, por la acción del Divino Espíritu en bien y en bendiciones para toda la humanidad.

Esta conciencia sobre la necesidad de interceder – que es parte fundamental de cada uno de nosotros como Siervos de Cristo Vivo – debe estar tan profundamente arraigada en nosotros, que debemos considerarla como expresión diaria de nuestra vida cristiana. El ministerio de intercesión es un ministerio aparentemente silencioso aquí en la tierra, “pero es el que hace más bulla allá en el Cielo” ya que nuestras oraciones suben como un incienso agradable a Dios, quien escuchando el “vocerío de los intercesores” nos responde haciendo  nuevas todas las cosas.

Creemos que en este momento la humanidad está necesitando intercesores, está necesitando la fuerza de la oración, para que todo este mal que está afectando al mundo entero sea transformado y todos los que sufren puedan volver a vivir en el bien. A nosotros nos quedará el testimonio de fe de “todo lo que podemos conseguir a través de la oración”.

En nuestra Comunidad hay hermanos que por diferentes razones no siguen perteneciendo a algún ministerio, pero creo que en este ministerio de intercesión TODOS cabemos, todos tenemos espacio, todos SOMOS MÁS QUE NECESARIOS  y todos podemos participar, porque no requiere ni presencia física en un lugar determinado, ni día,  ni hora fija ya que en cualquier momento y lugar en el que estemos,  podemos y debemos interceder.

Todo Siervo de Cristo Vivo – como herencia que ha recibido desde la fundación de esta Comunidad – está llamado a unirse a la Intercesión. Que ninguno quede fuera de responder a esta necesidad que se nos está pidiendo: “estar a los pies del Amado”.

Muchos dicen: “¿Y qué puedo hacer yo siendo tan pequeño?”.  Qué bueno es que tengamos la conciencia de nuestra pequeñez, pero a la vez tengamos la certeza de que Aquel a quien le estamos hablando es el Grande, Todopoderoso, Señor de Cielos y Tierra, Principio y Fin de todas las cosas. Aquel que ha dicho: ¡Yo he vencido al mundo!”

Cuando intercedemos, conscientes de que lo hacemos unido a Jesús, “sentado a la derecha del Padre intercediendo por nosotros”, experimentaremos que nuestra impotencia es transformada por la Omnipotencia de Dios. ​

¡La transformación de una sola persona, unida a Dios y por  el Poder del Espíritu Santo, puede tener un impacto muy grande en el mundo!

De manera especial, a partir de hoy, pidamos a la Santísima Vírgen, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, que tome nuestras oraciones y las lleve ante Su Divino Hijo, como lo hizo en Caná de Galilea, especialmente intercediendo por el viaje a tres Repúblicas Africanas que inicia el Santo Padre Francisco desde hoy día 25 hasta el 30 de Noviembre.

¡Orar sin cesar! ¡Esa es nuestra misión!

Les rogamos hacer llegar esta misiva hoy mismo a todas las casas y a todas las direcciones de sus miembros.

Reciban el amor fraterno de todo este Consejo General.

En los Sagrados Corazones,

Briseida de Rosario

Secretaria y Consejera

Consejo General CSCV

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